PAULA CECCHI

La estética de lo cotidiano en una muestra de Paula Cecchi

En la muestra “Variaciones sobre una chica que vive sola”, que se exhibe en la galería Laura Haber del barrio porteño de Belgrano, la artista argentina Paula Cecchi se sumerge en una mirada femenina que retrata el transcurrir de los días, la soledad, al tiempo que potencia y dota de belleza a la cotidianidad en el encuentro con la creación, el arte y el juego.

Dividida en dos series, “Variaciones sobre una chica que vive sola” y “Buscando el pájaro azul”, la exposición reúne 21 obras, entre pinturas al óleo y dibujos realizados con una mezcla de carbonilla y esgrafiado, y se puede visitar hasta el 22 de septiembre en la galería Laura Haber ubicada en O’Higgins 1361, tercer piso.

En diálogo con Télam, Cecchi, artista nacida en Buenos Aires en 1978, docente, formada con Guillermo Roux y cuyas obras integran colecciones nacionales e internacionales, adelanta que la muestra “retrata a una chica que puede ser de mi generación o de otras épocas; universales de momentos íntimos de una o cualquier mujer”.

“Muchas cosemos, cantamos, cocinamos, nos ponemos una bata, nos miramos en un espejo, ¿quién no baila y se imagina estar en un teatro? Creo que las mujeres de todas las épocas lo han hecho y todas podemos encontrar belleza en los momentos solitarios”, dice la artista sobre su muestra, integrada por obras cargadas de sentido en las que se puede ver a una mujer sentada escribiendo, mirándose al espejo o revisando su cartera.

Durante la creación de esta serie de dibujos y pinturas Cecchi interactuó con improvisaciones teatrales llevadas a cabo en su espacio de trabajo, “Taller La Oficina”, junto con el dramaturgo Ariel Gurevich y su amiga la actriz Lucí¬a Maciel, conformando así una suerte de diálogo interdisciplinario. “Cuando comenzó la serie tenía la idea con Lucía de hacer una obra de teatro que tuviera algún vínculo con los dibujos o pinturas que yo hacía”, comenta.

A partir de esa idea, su amiga empezó a posar para ella y “dinámicamente -cuenta- surgió retratar a una chica en sus momentos íntimos y cotidianos, intentando encontrar algún momento de quiebre donde ella jugara a irse de esa naturalización que todos tenemos del mundo tal cual nos lo imponen y entregarse a través del arte a una magia superadora y liberadora”.

Colores, vestidos, retratos, poses, miradas, habitaciones, acciones cotidianas componen las más de veinte obras de esta exposición con una fuerte carga escénica y siempre protagonizadas por una mujer, en la que Cecchi intenta dejar en claro “las cosas valiosas de la vida, desvalorizadas en nuestra sociedad y también por nosotros mismos, lo lindo que es reencontrarse con eso”.
Variaciones sobre una chica que vive sola

“Y que uno puede estallar de colores y viajar en su propia casa si hace las cosas que le gustan”, agrega la artista quien, a modo de ejemplo, explica que para ella el esgrafiado, la técnica en la que se apoyan varias de estas obras, la remite a cuando era niña y en ese sentido, comenta, que “creo que hacer lo que disfrutamos tiene que ver con ese momento de la infancia, con la libertad de elegir”.
Del transcurrir de los días, de la creación en lo rutinario trata esta muestra y también de la intención de transmitir el mensaje de que “se puede dibujar y pintar climas profundos y hacer ficciones en cuadros; mi sueño es que todos puedan entrar en cada cuadro como una historia, contada con otras palabras, con palabras del oficio y la sensibilidad”, destaca.

“Otras palabras no tan valoradas hoy en nuestra vida en la que todo parece pasar tan rápido, ser todo tan desechable y parece imposible tomarse cinco minutos y viajar a lo profundo de un cuadro colgado en una pared”, propone la artista.